Las banderas, camisetas y balones salieron de Yiwu a mediados de septiembre, en una ruta específica de tren hasta el puerto de Ningbo, y de allí en barco hasta Hamad, ya en Qatar. «A mí, la verdad, me da mucha pena que la huella de nuestro país vaya a estar por todas partes en el Mundial menos en el sitio más importante, que es el césped», lamenta Wen, uno de los fabricantes de Yiwu que lleva tres Mundiales enviando camisetas a las naciones anfitrionas.