Pero el luso sigue siendo uno de los principales reclamos comerciales de la marca y continúa manteniendo un nivel competitivo óptimo a los 35 años, lo que hace pensar que la inversión de Nike está ya más que amortizada. Hasta hace unos años, al menos, el público chino se podía entretener con una disputada Superliga, sobre todo cuando los equipos comenzaron a fichar a viejas glorias tanto en el terreno de juego como en los banquillos, gastándose más que muchos grandes de Europa.