El Madrid es un ciclón con metros por delante, atacando con nervio y mucha precisión. El Real Madrid va de menos a más en un partido más roto, ya con más espacios por delante, con latifundios de verde. Ganando metros y ganando ángulo de disparo hasta que pudo rematar raso, cruzado y bien ajustado al palo contrario. A poco que echara el cuerpo para atrás se iba a ir al cielo de Milán.