Luego pasó a definirme como spanyard, camisetas de futbol término que supuestamente utilizan los yankis para diferenciarnos de los mejicanos y demás latinos. Con un pico de ocho millones de espectadores (alcanzado durante la última gala, el lunes pasado, para desesperación incluso de Sardá) y unas críticas de lo más benévolas, poco le importa lo que se cuente del trato que reciben según qué visitas en esa loca academia de marionetas que ha montado la productora que lo tiene asalariado, Gestmusic Endemol (apisonadora catódica culpable de Gran hermano y Nunca es tarde y para la que Tinet ya dirigió, como buen mercenario, espacios tipo Tomates y pimientos o El puente).