En el control de aduanas nos hicieron bajar del autobús, cargar con nuestro equipaje y pasar por un control que regentaban dos agentes. El presentador apuesta por estos looks ya que estilizan la forma humana del cuerpo. Cruzo los dedos para que no sea así. Lo mejor, sentarse, pedir que te dejen en paz y una vez calmado comenzar a consultar precios y regatear hasta el infinito y más allá.