Kaska pidió la anulación del partido (ganado por el Inter 3-0) y que se prohibiera al equipo milanés utilizar de nuevo esa camiseta. Sus rivales del Vitória estaban paralizados y algunos acudieron a abrazar a los Encarnados. El Inter, con buen criterio, realizó un comunicado en el cual se mostraba dispuesto a renunciar a esa camiseta siempre y cuando la selección turca y los equipos de este país renunciaran a lucir la media luna y la estrella que adornan la bandera del país otomano.